viernes, 6 de febrero de 2009

Per me reges regnant




"Dicen pues, que el Santo rey Don Fernando Tercero estando en el cerco que puso a Sevilla en el año 1.243, deseó mucho tener una imagen de la Virgen Santísima Santa María Nuestra Señora, con quien tenía particular devoción, y para ello puso todos los meidos posibles, buscando artífices aventajados en sus reinos; y habiendo labrados algunas, no se contentó y que en esta ocasión le sucedió lo que al excelente rey Don Alfonso el Casto en la fábrica de la santa Cruz de Oviedo, que fueron ágeles los que la labraron. Y que así, estando el santo rey Don Fernando un día en su pensamiento y deseo, se le pusieron delante dos gallardos mancebos, que tenían noticias de su voluntad, y pretensión de hacer una imagen de la Virgen Santísima, pues ellos eran maestros y oficiales del arte de la escultura, que venían a ofrecerle su industria y procurar de satisfacer su deseo; que les mandase dar materiales y herramientas que ellos pidiesen y les señalase un lugar apartado del campo donde nadie les impidiese, y viandas para algunos días, y que ellos confiaban en Dios que darían buena cuenta de su encargo y encomienda. El santo rey se contentó de ello, que pareció conocía por espíritu los mancebos, y mandó dar cuanto pidieran y les señaló, según se dice por lugar retirado, la torre que se llamaba de los Herberos, que era torre de atalaya, y en ella había poca gente; y allí se recogieron para hacer su obra y pasados algunos días envió el Rey a un familiar suyo, el cual abrió el aposento donde se habían acomodado los oficiales, y sin estar en él, halló la Santa Imagen llena de gloria y majestad admirable, y dió aviso al Rey santo que luego fue a verla y adorarla y no pareciendo los artífices de la obra, conoció que eran ángeles del cielo, como su corazón lo había significado, y ordenando un solemne acompañamiento la trajo al Real, a una tienda muy bien aderezada y compuesta; y los curiosos y atentos muestran y señalan en la torre, el aposento donde los ángeles estuvieron labrando la santa imagen; y en el campo de Tablada, el lugar donde estuvo la tienda que fue la Santa casa y capilla que tuvo en Sevilla la Virgen Santísima y dicen que fue donde ahora está la ermita de San Sebastián que desde entonces fue lugar sagrado.

Luego que se ganó y entró la ciudad de Sevilla y que fue purgada, bendita y santificada la mezquita por los prelados católicos romanos que al Rey acompañaban y cuidaban en su campo, se ordenó la pompa de aquel religioso triunfo de que se hace mención en la historia de la dedicación de la santa iglesia y puesta la Santísima Virgen en un carro triunfal y acompañada de toda la nobleza de su corte y campo, y de todos los prelados sacerdotes y clérigos que le asistían con todas las banderas del ejército y señales reales por delante, haciendo el santo rey la guía, fue traída a la ciudad y al templo, que en su nombre había de ser dedicado y puesta en él, como en su propia casa bajo de su nombre, título y patronazgo".

Abab Alonso Sánchez Gordillo. Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana.



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